Ada Buchholc_
Desde un pequeño pueblo donde todo se construye, historias inventadas, recursos ilimitados de un imaginario viajero y apoyado por aquel refrán que reza que todo tiempo pasado fue mejor. La joven Ada Buchholc ha sabido crearse un mundo tan antiguo como cínico, rodeado de figuras que le sirven como secuaces, una especie de dialogo interno que a través del color y la forma narra de perfecta manera la existencia de una polaca que nos encanta, así de simple.